lunes, 22 de junio de 2015

Los "chicos del coro" de la Casa Grande


Hace dos años más o menos, aún recuerdo el momento, a lo largo de una conversación me propusiste una idea que llevaba tiempo rondándote la cabeza: empezar a probar voces de los chicos porque querías hacer un coro. Tenías ese brillo que se te pone en la mirada cuando quieres hacer algo especial en lo que crees. La verdad  es que te dije que sí casi al momento porque me pareció una idea fantástica. Eso sí, te dije que era muy duro lo que pretendías y que podía no salir bien, porque ellos se cansaran o porque tú, debido a tanto contratiempo, "tiraras la toalla". Me lo propusiste como otra actividad parecida al teatro, el cual, dicho de paso, también querías cambiar y darle otro aire.
Sé que eres la persona que dirige los talleres pero, sobre todo, eres una persona que cree y que vive el arte. La música es fundamental en tu vida. Es más, no se entendería tu vida sin ella. ¡Te tienen muy marcado las notas musicales!
Y así comenzó esta nueva actividad, con la que desde el silencio y con infinita paciencia y sobre todo, con muchísimo aprendizaje, has conseguido deslumbrarnos y, ante todo, hacerles creer a ellos, los chicos en otras maravillosas posibilidades que tienen y que estaban ocultas.
¡Cuántas veces te he llamado y estabas ensayando! Te metías en tu despacho y venga a cantar con el grupo que formaste después de probar y probar las voces.
Tú, tu guitarra y ellos. Y así un día y otro y muchos más... y media hora o alguna hora para empezar a familiarizarse con una sola nota. Y las personas que están a tu lado y que creen en todo esto, como son Lorena y Javier, alucinados de tu paciencia y de tu ilusión por este coro.
A lo largo de este tiempo, es cierto, que hemos ido descubriendo por las actuaciones que habéis ido haciendo, que si podían con esta actividad. Lo más curioso es que los chicos estaban entregados, ilusionados y convencidos de sus posibilidades. Pertenecer al coro para ellos es un orgullo y un premio. Les hace importantes delante de los demás. Al principio algunos no entendieron porqué ellos no podían estar. El hecho de quedarse alguno algún día sin ensayo (por motivos diversos) lo ven como un castigo y les sienta mal.
Cada vez creen más en ellos y se ven con más seguridad y eso hace que se les oiga mejor y que se les escuche cada nota musical con más entusiasmo.
Ya se iban haciendo a cantar entre nosotros o como mucho el día de la fiesta de la Casa Grande, delante de sus familias. Ahora bien, lo que ha ocurrido este año ha sido la demostración de que cuando se quiere se puede. El día de las familias fue como el ensayo general a lo que ocurriría después en la Catedral de Ávila, aquí en este importante y maravilloso lugar, fue donde realmente se ha estrenado y ha triunfado el Coro de la Casa Grande. Lo han hecho muy bien todos pero esas notas de Susana sola, con esa voz tan limpia y clara, emocionó mucho y a los que la conocemos nos sobrecogió porque conocemos el esfuerzo extra que tiene que hacer.
David con su "Ave María" nos paralizó y se hizo un silencio sepulcral en un recinto tan grande como es la Catedral de Ávila, donde imagino que nunca habrá cantado un grupo tan humilde como este y haciendo tantos esfuerzos como han tenido que hacer estos chicos.
Y luego vinieron más canciones dentro de la Casa Grande y allí fue donde ya demostraste del todo lo que has hecho pero, sobre todo, lo que quieres hacer. Ahí estabas sentado con tu guitarra y queriendo pasar desapercibido porque tu sabes que los protagonistas son tus chicos, los que creen en tí, los que te siguen con su mirada, los que saben lo que quiere decir cualquier guiño o movimiento tuyo, aunque los demás no lo veamos.
Has creado un hermoso grupo porque crees en los equipos. Crees en el trabajo de varios y en los éxitos de grupo y compartidos.
En fín... D. Fernando Martín... puedes sentirte muy contento (que no orgulloso, porque ese término no va contigo) porque tu sueño se ha hecho realidad y has triunfado. Y lo has hecho con humildad y pasando desapercibido. Y sé que aún no te lo crees y... ¿sabes por qué? Porque para tí la música no es un trabajo, sino que forma parte de tu vida. Lo llevas innato contigo al igual que llevas dentro "el arte de enseñar" (eso te viene por herencia).
Continúa así Fernando, la verdad es que sé que no te saldrás del guión o de la partitura. Sigue con tu grupo y no dejes de ensayar y de creer en ellos, en esas personas que te admiran y te siguen.
Tú un día me propusiste un sueño y yo ahora te propongo muchos más. Y sé que los conseguiremos porque lo más difícil lo has hecho tu solo con ellos.
¿A que ya te lo estás imaginando?
¡Seguro que sí, cuando quieras empezamos!
¡GRACIAS FERNANDO Y A POR ELLO CHICOS!