jueves, 24 de diciembre de 2015

NAVIDAD 2015


Pues sí,  ya llegó y ya está aquí otro año más. Unas veces estamos deseando que vuelvan y, otras tememos que lleguen estas fechas. En la Casa Grande se viven las mismas situaciones dado que no somos diferentes a los demás. Los chicos se marchan unos días a su casa para estar junto a los suyos. Se van muy contentos como no podía ser de otra manera. Pero en contraposición a esto, hay un grupo cada vez más numeroso que se queda en la Casa Grande porque ya, parece ser, que es la única casa que tienen. Se quedan raros porque la casa ha cambiado su ritmo, porque casi no hay gente y además, porque sienten algo de morriña y nostalgia. Por todo esto procuramos hacerles sentir  más que nunca que esta Casa es un hogar.
A los profesionales también les llega el tiempo de descanso aunque nunca llegan a desaparecer del todo porque la casa sigue abierta. Pero bueno… todos cambiamos el ritmo y todos nos dedicamos más a nuestras familias y a nuestro descanso. Eso sí, sin olvidarnos ninguno de todos los profesionales que pertenecemos a esta Casa, de qué sigue abierta, de qué allí queda gente que nos echa de menos. Por eso, aunque cambie nuestro ritmo laboral, nunca cambia nuestra actitud y nuestros sentimientos hacia lo que significa el término CASA GRANDE.
También están las familias, ese colectivo que ahora disfruta de sus hijos o hermanos, en definitiva de los que casi siempre están con nosotros, pero que son inmensamente felices entre los suyos.
Y después están los amigos y conocidos de la Casa Grande…a ellos, a los de siempre, a los de ahora, a los que están cerca, a los que están lejos, a los que conocemos mucho, a los que conocemos menos, a los que siempre están, a los que están a ratos… a todos ellos  Feliz Navidad.
Siempre, pero hoy con más fuerza, tenemos un recuerdo muy especial y muy fuerte para todos los que pertenecen a la comunidad de la Casa Grande y que están pasando por situaciones delicadas. Viven momentos difíciles a causa de lo que han pasado y de lo que están viviendo. Solo podemos deciros que estamos a vuestro lado, que nos tenéis muy cerca para que nos utilicéis. Poco podemos hacer, solo estar y acompañar para que sintáis con fuerza nuestro cariño sincero y silencioso. Hay momentos en los que las Navidades duelen mucho, pero no podemos hacer nada porque Las hojas del calendario van pasando y siempre llegan. Dá lo mismo que la situación personal sea buena o mala, las fechas siempre llegan y aunque queramos pasar de ellas, sabemos que no es verdad. Por eso, a todos vosotros, a los que sabéis a quién me dirijo, un abrazo fuerte y enorme de parte de toda la familia de la Casa Grande.  Os queremos y os necesitamos a nuestro lado.
Por último, a todos los que durante este año nos seguís a través de las redes sociales, gracias por entrar a conocernos y por haberos quedado. Sois gente anónima para nosotros pero a la vez muy importante porque nos habéis dado a conocer fuera de las murallas. Os deseamos unos días llenos de armonía con los vuestros y que el año 2016 venga cargado de sonrisas y esperanzas que alegren vuestras vidas.
A todos los que al escuchar la Casa Grande de Martiherrero, esbocen una sonrisa porque saben y conocen de qué se les habla….

Un abrazo y FELIZ NAVIDAD

miércoles, 23 de diciembre de 2015

LA MAGIA DE CANDELA



Hola Candela, no nos conocemos de nada, ni nadie nos ha presentado, pero aún así, ya te considero alguien querido en nuestra Casa. Llegaste una tarde a primera hora, sé que venias expectante ( no asustada) ante algo desconocido para ti, a un lugar al que muchos nunca se han atrevido, ni han querido venir, no solo por su dureza sino porque hay personas que prefieren mirar para otro lado. Pero tu no eres así Candela, aunque no te conozco, lo intuyo. Tienes muy pocos años, en concreto 10 y decidiste pasar una tarde en la  Casa Grande con y junto a las personas que la habitan.

Sé que entraste con la timidez que caracteriza a las personas de tu edad, lógicamente venias acompañada de gente que te quiere. No tenías miedo por lo que ibas a ver, solo preocupación por si no te salían bien las cosas y no estabas a la altura de como a ti te gusta hacerlo.  La expresión de tu cara al entrar era muy diferente a la que tenías cuando te marchaste. Fuiste pasando por los diferentes talleres de nuestro centro de día y poco a poco te afianzaste en la situación en la que te encontrabas. Las agujas del reloj iban corriendo y tú tenías una actitud cercana, sincera, vivaracha y muy espontánea. ¡Lo hiciste muy bién , como una auténtica profesional! Tu público era muy especial y,….  ¿ sabes una cosa, Candela? Pasarán los años, crecerás, te harás adulta y…. cuando sigas demostrando tu arte ante determinados grupos de personas… pues entonces, Candela, siempre vendrá a tu memoria esa primera vez que hiciste magia ante los chicos y chicas de la Casa Grande de Martiherrero.

Estoy convencida de que a partir de ahora cuando vayas por la calle, habrá alguien que pasará a tu lado y te dirá hola llamándote por tu nombre. Tú a lo mejor no le recuerdas pero esa persona a ti sí, porque en esta Casa has dejado un recuerdo imborrable. Candela, les has hecho felices con tus juegos, tus sorpresas y tu arte. Fue una tarde maravillosa para ellos y me imagino que sorprendente para ti. Ahora, a tu corta edad, ya sabes cómo son las personas con capacidades psíquicas diferentes. Son como tú pero no han tenido tanta suerte como la tuya. La vida no les ha sonreído tanto y por eso les cuesta muchísimo, conseguir lo que se proponen y les gustaría tener.

Sé que te marchaste muy contenta y emocionada por esas horas tan especiales y, además, porque todo te salió bien. Conectaste muy bien con tu público y empatizaste con ellos y todos ellos, contigo. ¡Qué grande eres Candela y que corazón más especial tienes! Estoy convencida de que la próxima vez que vuelvas ya no necesitarás que te acompañe nadie, ¿sabes por qué? Pues porque aquí dejaste amigos y admiradores, dejaste personas que dibujaron tu cara dentro de su alma y para siempre. Se quedaron impresionados por tu arte, tu buen hacer y por tu cercanía. Una niña de tu edad que decide pasar una tarde creando sonrisas a través de tu magia, es digna de ser admirada, respetada y querida. Nunca pierdas la inocencia ni esa actitud tan sincera que te hace pensar en los otros, en los que lo tienen un poquito mas complicado.

Gracias Candela, gracias por venir y, sobre todo, gracias por quedarte para siempre dentro de esta Casa Grande. Espero conocerte pronto para poder darte un abrazo y que me deleites con tu arte, con esa magia que me han dicho que cuando la realizas, ilumina tu cara y hace que tus ojos brillen con una luz intensa, tanto, tanto como la espontaneidad y solidaridad que tienes.

Un besazo enorme Candela y…..  FELIZ NAVIDAD.

viernes, 11 de diciembre de 2015

CEREMONIA DE ENTREGA DE PREMIOS PROMECAL AVILA 2015




Han pasado varios días desde que nos avisaron de que éramos uno de los premiados. Nos ha dado tiempo a interiorizar lo que esto significa e incluso a tener más ilusión por los planes futuros que vamos proyectando para la Casa Grande.

Con esta actitud llegó el día 3 de diciembre 2015, el día de la Discapacidad, o día de las personas con capacidades diferentes y, también el día en el que a la Casa Grande de Martiherrero se la reconocían por méritos propios toda la labor desarrollada durante 50 años en un lugar de Ávila donde las cosas no eran fáciles, el entorno no acompañaba y la mentalidad de las personas era muy cerrada y primaria, por lo que se refiere al mundo de la discapacidad.

Patricia Carrera unos días antes nos trasladó la idea de que estuvieran Pedro y Juan Carlos con ella a la hora de presentar el premio a la labor social. ¡Fue una buena idea!. Estuvieron con ella ensayando por la mañana y estaban algo nerviosos. Dos días antes se les preguntó si querían hacerlo y la respuesta fue rápida y segura. Tengo que decir que la labor que han hecho estos días Javier Martín Obregón, psicólogo, y Lorena España, trabajadora social, ha sido y es fundamental con todos los chicos que han representado a la Casa Grande. Javi con su actitud observadora les entiende y dirige como nadie, y Lorena les protege como sólo una madre sabe hacer. Son dos personas que se complementan muy bien y todo esto beneficia a los chicos. Al tándem de estas dos personas hay que unir la actitud de Patricia Carrera que con su sensibilidad y su profesionalidad dio seguridad a estos dos chicos que supieron disfrutar del momento gracias a que una gran persona les dejó ser ellos, se fió de sus capacidades y les dio la credibilidad que se merecen

¡Gracias Patricia por ver lo que nadie quiere ver y creer en las cosas increíbles!

¡Gracias Pedro y Juan Carlos por representar tan bien a vuestra Casa!

A las 19:30 horas el auditorio del Lienzo Norte estaba lleno. Había personas de todo tipo y de diversos estamentos sociales, pero, sobre todo, estaban ellos, los trabajadores, familias y chicos de la Casa Grande. Todos contentos de lo que allí estaba sucediendo y todos orgullosos por pertenecer a una marca, a una Institución, a una gran familia.

Comenzó el acto con el saludo de Patricia Carrera a todos los allí reunidos para luego dar paso a la proyección de vídeos antes de comenzar la entrega de trofeos. Y así se entregó el primero, premio a la cultura. Salieron las tres personas premiadas: Eugenio López Berrón, Ricardo Sánchez y Luciano Díaz Castilla, al tiempo que se proyectaba un vídeo sobre su obra. Cuando se retiraron fue cuando llegó el premio a la labor social y salieron Pedro y Juan Carlos y hablaron de la Casa y de lo que hacen. También se proyectó un vídeo, mejor dicho, el vídeo que muestra lo que somos y lo que hacemos. Finalmente se nombró a las personas que entregaban el premio y Patricia pronunció el nombre de D. Jesús García Burillo, Obispo de Ávila y Presidente del Patronato de esta Institución y también pronunció el mío, Pura Alarcón.

Y allí salimos y subimos al escenario para recoger un trofeo, una vocera, esa figura que tiene la representación o vocería de un grupo para hablar a su nombre, es la que lleva la voz del grupo. Representa a una mujer con cara de niña llevando periódicos bajo el brazo para comunicar y transmitir noticias. Una mujer con rostro amable. En su conjunto es una figura simpática y hasta, diría yo, entrañable y cercana.

Pues bien, yo quiero decir que en el momento de tenerla entre mis manos, sentí emoción y satisfacción.

 Emoción por recoger algo en representación de un grupo de cientos de profesionales que han pasado por esta Institución y que son los que realmente se lo han ganado. Desde el primero hasta el último que ha entrado en esta Casa, desde 1965 a 2015. ¡Qué difícil lo tuvieron los primeros! También he dicho que sentí satisfacción y lo sentí, porque alguien ha reconocido el trabajo bien hecho, el esfuerzo silencioso de un grupo de personas que trabajan en equipo, se han reconocido muchas horas de angustia, de desasosiego, de no saber qué hacer ni para dónde tirar. Años en los que lo único que se sabía era que había personas con discapacidad que había que situar en un lugar digno y que una sociedad reconociera sus derechos.

Y también voy a decir que sentí satisfacción porque por primera vez y de una forma solemne he oído hablar muy bien del Centro de Educación Especial Santa Teresa, la Casa Grande de Martiherrero. El tiempo ha puesto las cosas en su sitio y además se ha hecho justicia a una Institución, a un nombre y, sobre todo, a cientos de profesionales que lo hicieron y lo hacen bien. Por eso, este trofeo es vuestro, de los de ahora, que además representáis a un colectivo de personas que con pocos recursos y casi ninguna herramienta, trabajaron por el cambio social para las mal llamadas personas deficientes, para las personas con capacidades diferentes.

Este cambio que se ha hecho es el motivo por el cual la dirección de la Casa Grande va a trabajar para que los trabajadores empiecen a divisar algún rayo de luz en lo que se refiere a la conciliación de la vida laboral y familiar. Sé que no es obligatorio, es cierto que nadie lo manda, pero que quede claro que no lo hacemos por obligación sino por devoción. Queremos que los que forman esta Casa estén bien, trabajen de una manera tranquila y vivan con paz y serenidad. ¡Bastante complicada día a día es la vida por sí misma!

En fin…después llegaron unos trofeos con sus respectivos reconocimientos: en el ámbito deportivo a la Cultural deportiva Cebrereña; empresario a Alberto Zoilo Álvarez y empresa innovadora a Onyx Solar.

La entrega de todos los premios estuvo amenizada con actuaciones musicales, vídeos, anécdotas, imágenes del grupo Promecal y fotos de familia. Fue una velada importante por el contenido y muy entrañable por cómo se desarrolló.

Gracias al grupo Promecal por organizar este evento en el que priman muchos valores que engrandecen a quien lo organiza y consigue que determinadas personas y grupos sean reconocidos por el trabajo que realizan con integridad, esfuerzo, compromiso y mucha profesionalidad.

También gracias a esos miembros del jurado que por unanimidad decidieron concedernos este premio. ¡Les aseguro que no les vamos a defraudar! Es un honor para todos los profesionales de esta Casa tenerlo en nuestras vitrinas. Prometemos que si en algún momento flaquean nuestras fuerzas porque los vientos no soplen a nuestro favor, miraremos pensativos y en silencio “la vocera” que ya forma parte de esta Casa y que llegó procedente de un grupo de comunicación que pensó en Ávila y en los abulenses de buen hacer.
¡Gracias Promecal por tu sensibilidad!


jueves, 3 de diciembre de 2015

Agradecimiento de Down a la Casa Grande




Anoche fue la presentación del calendario de Down Ávila a la sociedad abulense. La verdad es que es todo un espectáculo de luz, sonido y, sobre todo, de alegría, sonrisas y mucho movimiento. Todos los años, y ya van nueve, por estas fechas es la presentación en el Lienzo Norte. Resulta una reunión muy entrañable y familiar. Allí también estaban casi todas las autoridades de Ávila apoyando este acto solidario y lleno de esperanza.
La Casa Grande estaba invitada como todos los años, pero este con un motivo especial: hacer un reconocimiento público a esta institución por cincuenta años de compromiso con una causa solidaria. Hace más o menos un mes nos lo comunicó Pilar Florencio y nos dijo que teníamos que estar porque se nos iba a entregar una placa; así ha sido y allí hemos acudido a su llamada.
Gracias, Pilar, por tus palabras llenas de sentimiento y doy por hecho que pensadas, meditadas, llenas de sinceridad y escritas desde el corazón. Pero, sobre todo, gracias por haber hecho un breve recorrido por esos cincuenta años que hace que una institución sea pionera. Y también miles de gracias por esa declaración tuya afirmando y corroborando el hecho de que todos hemos atravesado por situaciones delicadas. Fueron unas palabras llenas de veracidad y con mucha objetividad. Por todo ello, Pilar Florencio, y en nombre de la gran familia de la Casa Grande de Martiherrero, nuestro agradecimiento más profundo y lleno de cariño.
También fueron muy especiales las palabras pronunciadas por la Consejera de Familia de la Junta de Castilla y León, Dª Alicia García. Fue una sorpresa muy agradable para nosotros, porque además fueron pronunciadas con firmeza, conocimiento de causa, convicción y afectividad. Que una Consejera de Familia nos vea como referente en el mundo de las personas con capacidades diferentes, les aseguro que es un orgullo y da fuerzas para seguir. Hace ya bastantes meses que visitó la Casa Grande, pero ayer me di cuenta de que no solo no se le ha olvidado lo que vio, sino que lo recuerda con cariño y muy objetivamente en su memoria. Gracias, Consejera.
Ayer la Casa Grande de Martiherrero cogió más fuerzas para que la llama de esa vela que empezó a alumbrar hace más de cincuenta años, continúe dando luz para ir por el camino que lleva a todos hacia la plena inclusión.
Gracias, Down, celebrad bien vuestros veinticinco años y mucha suerte para los próximos.

lunes, 30 de noviembre de 2015

Acto de nombramiento de Embajadores de la Casa Grande

A lo largo de 2015 la Casa Grande de Martiherrero ha tenido una actividad muy notoria dentro de la sociedad, pero es cierto que ha habido algunos momentos muy significativos para la propia Casa. Lo sucedido el día 27 de noviembre en el teatro Caja de Ávila ha pasado por encima de nuestros propios sueños y de todas nuestras expectativas.
El acto de nombramiento de Embajadores lo hemos tenido siempre muy claro, sabíamos lo que queríamos y el significado que tenía esta palabra de embajador. También siempre tuvimos muy claro quienes tenían que ser los primeros, tanto por el perfil que pedíamos como por el que tenían los seleccionados. Sólo había que planearlo, organizarlo y, luego, realizarlo. Siempre quisimos un acto institucional a la vez que cercano, un acto sobrio pero hecho con una elegancia exquisita, un acto realizado con buen nivel profesional y, por último, que también estuviera lleno de humanidad. ¡Y lo conseguimos, vaya que si lo conseguimos! Para ser el primero, salió fantásticamente, pero tenemos que matizar cosas. No importa, porque vendrán muchos más, dado que esto no acaba nada más que de empezar. Pasarán años y, vendrán más, y los embajadores serán una figura institucionalizada de la Casa Grande, un título con peso y que dignificará a quien lo lleve.
Comenzó el acto con las palabras de introducción de Patricia Carrera, una profesional de la comunicación, que aprendió lo que era el mundo de las discapacidades y que luego nunca se olvidó de ellos; los metió en su vida, en todas sus facetas. Por eso empatizó de manera rápida con Pedro y Juan Carlos, ¡qué bien lo hicieron los dos! Pedro con soltura y simpatía, como es él. Juan Carlos con seriedad y mucha serenidad, sabiendo muy bien lo que hacía como pasa con todo lo que se propone.
Luego actuó el coro de la Casa Grande ¡qué guapos estaban vestidos pero, sobre todo, fueron muy profesionales!Lo fueron por su aspecto físico y por las cualidades que demostraron. En ese momento comprendí que el coro de la Casa Grande será un pilar fuerte para un futuro. Tienen capacidad para ello y hay alguien que tiene la fórmula para desarrollarlas: Fernando Martín. Cuanta paciencia,, cuanta habilidad y cuanta madera de maestro tiene. ¡Qué bonito fue soñarlo y que maravilloso está siendo conseguirlo! aunque como tu dices, hay un largo camino, pero vale la pena intentarlo, solo hay que intentarlo mucho y caer también varias veces.
Después vimos los vídeos: el institucional, por el que definitivamente la sociedad valoró y vió lo que se hace en la Casa Grande, el vídeo que recibio el Papa Francisco en el que los chicos hablaron desde el corazón y con mucho sentimiento a su interlocutor y, por último, el vídeo del Vaticano, el que más se había visto en los medios de comunicación por el encuentro con el Papa Francisco. Resultó impresionante ver los tres vídeos seguidos, fue observar un año en unos minutos, muchos recuerdos, muchas emociones y mucha fuerza para seguir haciendo lo que llevamos tiempo practicando pero desde el silencio. ¡Gracias VIDICAM, gracias a Jesús y a Marga por haber sabido demostrar con corazón y profesionalidad cómo es la vida en esta Casa y, sobre todo, como son los que viven en ella!
A continuación vino el acto más importante y emotivo de la tarde: nombramiento de los Embajadores: Carlos Sastre, Pilar Rodríguez, Gonzalo González de Vega y Mª Ángeles Ortega. Subieron uno a uno, recibieron la beca, el diploma, la cajita de madera y la insignia como marca distintiva de pertenencia a un grupo, de pertenencia a la Casa Grande de Martiherrero. Todo ello entregado por profesionales y chicos de la Casa. Se proyectaron fotos de cada uno de los embajadores y se comentó su biografía observándose que ya desde pequeños poseían cualidades que les hacían ser gente buena, responsables y serviciales para con los demás. Cuatro profesionales entregados a causas ajenas y difíciles, cuatro personas que saben trabajar en equipo y para los demás, cuatro hombres y mujeres que nos buscan el éxito en solitario sino que lo comparten. Definitivamente es todo un orgullo tenerles de embajadores, como me imagino que también para ellos será una gran responsabilidad representar a la Casa Grande de Martiherrero. Representan a 130 personas desde la integridad, igualdad, diálogo, tolerancia y compromiso.
Luego hubo canciones con el coro y fotos de familia y, sobre todo, hubo y estuvo un público extraordinario: los chicos y sus familias, los profesionales con sus familiares y amigos y, además, personas de la ciudad de Ávila que nos querían conocer, y, por último, autoridades y personalidades de la sociedad abulense. Gracias a todos por acompañarnos y por sus comentarios llenos de emotividad y de sincero reconocimiento a lo que desde hace mucho tiempo venimos realizando aunque no fuera tan visible.
Señores, ser amigos de la Casa Grande de Martiherrero, es un orgullo, pero además ser su embajador es un provilegio que solo poseen algunos. De momento lo son cuatro personas y eso, yo creo que debe de imprimir caracter para el futuro.

sábado, 28 de noviembre de 2015

Discurso del acto de Bankia de Doña Pura Alarcón





BUENOS DÍAS:
En primer lugar permitanme saludar a D. David Menéndez, director de Responsabilidad Social Corporativa, a D. Jaime Campos, director territorial de Bankia Castilla y León, a D. José Manuel Espinosa, director de Coordinación de Negocios y Relaciones Institucionales de Bankia, a Dª Dolores Ruiz Ayúcar, presidenta de la Fundación Caja de Ávila, y a Dª Laura Marcos, directora de la Fundación Caja de  Ávila.
Así mismo saludamos a los directores de zona de Bankia y a los patronos de la Fundación Caja de Ávila que nos acompañan.
Gracias a todos por estar hoy aquí.
Hace exactamente un año que nos reuníamos en este mismo lugar para llevar a cabo el acto que magnifica a Bankia, por el carácter solidario que representa. Hablé desde esta tribuna como representante de un entramado o colectivo social, que nos dedicamos a las personas más vulnerables y que, además, creemos en la plena inclusión.
Hoy, de nuevo, me encuentro en la misma tribuna para representar los mismos intereses pero, fundamentalmente, como representante de una entidad: el Centro Santa Teresa de Martiherrero, La Casa Grande, que este año ha cumplido 50 años dando servicio a las personas con capacidades psíquicas diferentes.
Es un honor para mí, como representante de la primera institución que ya hace más de 50 años vio la necesidad y la obligación que había de atender a los que más lo necesitaban, poder explicar qué papel desempeñó la actual Bankia en los orígenes y posterior desarrollo del Centro de Educación Especial Santa Teresa de Martiherrero.
Miren, Señores y Señoras, la Casa Grande nació desde el primer momento con un inmenso espíritu de entrega y de servicio a los demás. Hubo tres personas: el sacerdote D. Bernardo Herráez, D. Alfredo Abella y D. José Santacana que tenían mucha grandeza de alma y mucha visión de futuro. Ellos tres, arropados siempre por el Obispo de Ávila, D. Santos Moro Briz, levantaron lo que hoy llamaríamos un emporio, pero no comercial ni económico, sino SOCIAL con mayúsculas.
Los comienzos fueron muy duros, durísimos, estaban solos, los Servicios Sociales no existían y, además, ni se les esperaba. Ávila era una ciudad y provincia muy pequeña, con poquísimos recursos económicos y con grandes diferencias entre lo rural y lo urbano. Ante este marco, Vds pueden imaginarse que en ese momento no se hablaba de calidad humana, ni calidad de vida. Pero sí se hablaba de caridad y generosidad, llevada a cabo primero por Cáritas Diocesanas de Ávila a nivel general y, después, en lo que se refiere a discapacidad, por el Centro de Educación Especial Santa Teresa de Martiherrero, la institución pionera en Ávila y la provincia en dar respuesta a los marginados y olvidados. Es cierto que, después, años más tarde, surgieron otras entidades para completar y especializar el mapa social de Ávila.
Esta era la situación que, con objetividad, acreditan los documentos y datos históricos sobre la historia de la discapacidad en Ávila y su provincia.
Pues bien, ante este panorama solo había una entidad que en ese tiempo pudiera ayudar a solventar la economía de esta institución y no era otra que la Caja de Ávila. Esta, junto al Obispado de Ávila, fueron los que más de cerca vivieron los desasosiegos y desvelos del Centro de Martiherrero. La Caja de Ávila ayudaba y, soy consciente de que esas ayudas provenían de la decisión de una empresa de conceder beneficios sociales de “arriba a abajo”.
Yo no entro en si el modelo fue bueno o menos bueno, pero, señores, la historia es esa y está muy ligada al origen y desarrollo del mundo empresarial de Ávila y, por supuesto, fue en muchísimas ocasiones un gran refugio para el Centro Santa Teresa. Puedo asegurar que fue un potencial extraordinario y lleno de posibilidades para que nuestra institución se transformara y pudiera profesionalizarse. Yo diría que ha sido un motor vital y emocional para muchos de los que estamos aquí.
Pasaron los años y siempre aparecía el término profesionalización muy relacionado e íntimamente unido a los sellos de calidad. Daba igual el carácter que tuvieran esas empresas; a las nuestras, las de carácter social, también les llegó el turno, aún a sabiendas de que este nuevo planteamiento acarrearía, a veces, nuevos costes económicos a la hora de implantar prácticas novedosas. Y ahí, de nuevo, estaba Bankia, la empresa que puso en marcha un programa de acción social muy innovador: la Red Solidaria de empresa que se centra en las necesidades más acuciantes: vivienda, empleo, nueva pobreza y discapacidad. Siempre se hace fomentando la motivación y el compromiso con los proyectos locales. Es muy significativo el plan a seguir para elegir los proyectos, puesto que sabemos que la cuantía económica se vincula a los objetivos que consiguen los trabajadores de una oficina y que son ellos mismos los que proponen el proyecto solidario al que se destina la ayuda. Es por todos nosotros conocido que el 50 % de este programa ha recaído sobre el colectivo que hoy estamos aquí: discapacidad.
Bankia, en la actualidad, trata de tejer una malla de solidaridad horizontal, así los propios empleados son los que gestionan todo, desde la propia idea a financiar a la relación posterior con las causas con las que el banco colabora.
Yo también, Sr Menéndez, le digo desde el corazón esa frase que sé que Vd ha escuchado mucho: “Son el primer banco que vuelve a abrir las puertas”. Sí quiero que sepa que para nosotros es muy gratificante que alguien proponga nuestros proyectos a dirigentes que tienen en su mano el poder ayudar a desarrollar proyectos que, en definitiva, dan calidad de vida.
Y así, señores, vamos pasando los días y los años, hemos cambiado modelos de gestión y todos caminamos con paso firme y seguro a pesar de la tan cacareada crisis y de los contratiempos.
Gracias por su implicación con este colectivo, por creer en sus capacidades y en su buen hacer.
Bankia quiere y necesita seguir ayudando a que los sueños de otros se hagan realidad. Sr. Menéndez, continúe poniendo el alma y el corazón para que Bankia sea humana. Eso dignifica al ser humano.
La Casa Grande continuará creyendo en las posibilidades de sus chicos y en el gran potencial de profesionales con los que cuenta para seguir consiguiendo lo que se propone, como ha ocurrido este año cuando el Papa Francisco nos escribió y nos invitó a su casa a conocerle. Les aseguro que hemos tocado el cielo con las manos.
Miren Vds., todos nosotros somos un colectivo que primero trabajó para conseguir lo necesario, después nos esforzamos para hacer lo posible y ahora soñamos con poder llevar a cabo lo imposible. Esa es nuestra utopía.
 ¡Ojalá ese sueño esté dentro de la red solidaria de su empresa, Sr. Menéndez!
Le aseguro que las personas a las que representamos, se lo merecen. Pero también les aseguro que Vds vivirán más en paz y sonreirán a la vida que tiene color esperanza.
Gracias