Hola, espero que estemos todos los que empezamos hace
exactamente 365 días; aún recuerdo como si fuese hoy mismo, que este blog ni
estaba en mi mente ni se le esperaba. Lo
único que existía era una gran ilusión por cumplir 50 años y por hacer cosas
que demostraran a la sociedad, el trabajo realizado por un grupo de personas
pertenecientes a una institución y que a lo largo de los años había beneficiado
a un colectivo de personas.
Los 50 años ya pasaron, ya estamos en el 51 pero…¡que
diferente es todo! Ha habido que dejar que pase el mes de enero para pensar, disfrutar,
recapacitar y asumir que todo lo ocurrido durante el 2015 ha sido real y ha
servido para afianzar aún más los cimientos de esta gran Casa Grande.
Si alguien ha pensado que nos habíamos ido… se ha equivocado;
ha sido una ausencia necesaria y premeditada. Un año tan importante tenía que
conllevar una profunda reflexión y, ese acto solo se puede llevar a cabo en
silencio y sin que nos vean. Los árboles de esta Casa nos dan intimidad y la luz
que se cuela por todos los rincones nos ilumina.
El 28 de enero de 2015, existía una comisión formada para el
50 aniversario, un grupo serio, responsable e ilusionado que creyó tenerlo todo
encauzado y, entonces ocurrió algo que
desbarató casi todo lo realizado. Apareció en nuestras vidas una persona
totalmente desconocida, sobre todo para mí. Aún recuerdo la primera reunión con
ella, nos observamos (no nos tanteamos),
hablamos mucho pero supimos escucharnos y, sobre todo, fuimos trasparentes
desde el primer momento. Le conté lo que queríamos hacer (eso lo teníamos muy
claro) y esa persona nos propuso como lo teníamos que realizar y, además, nos
abrió las ventanas a un mundo totalmente ajeno a esta Casa.
Es cierto que acabábamos de ganar el primer premio en la
Cabalgata de Reyes de Ávila y estábamos eufóricos y creyendo en lo que
hacíamos, pero también es cierto que llegábamos hasta donde llegábamos y,
rápidamente algunos visualizamos que una ayuda profesional nos vendría de lujo
pero… eso, eso era un lujo. Como siempre que le necesitamos acudió a nuestra
llamada Jesús Campillo y con él apareció una persona que él consideró oportuno
que viniera. Y así fue como Esther Martín entró en la vida y en la historia de
la Casa Grande. VIDICAM ya pertenecía a la vida de esta Casa, conocíamos su
profesionalidad y también dábamos fe de su generosidad. Sabíamos que podíamos
contar con ellos, pero de esta mujer yo no sabía nada. Ese es un síntoma bueno
a la hora de conocerse. ¡Puff! Que
reunión mas especial. Nos puso la miel en los labios. No se equivocó quien la
trajo a esta Casa diciéndome que era una gran profesional y que era lo que
necesitábamos. ¡Tenías razón Jesús! Lo que nunca pudimos imaginar es que
pudiéramos trabajar con ella, pero en honor a la verdad quiero que se sepa que
el sueño se hizo realidad gracias a su gran generosidad, a su entrega, a su
implicación con los chicos, trabajadores y con la institución. Es cierto que es
una gran profesional pero también es cierto que lo es porque además lleva el título
de buena gente, de persona decente, integra y honrada.
Ha sido un año maravilloso, intenso y extenso, hemos
conseguido más de lo que pudimos imaginar. El trabajo ha sido duro, a veces
estresante, con mucha tensión en algunos momentos y con mucho agotamiento en
otros muchos. Es cierto que de todo esto nos hemos olvidado porque solo de
pensarlo ahora nos da vértigo. ¿Estamos contentos? Sí, mucho. Somos conscientes de que hemos puesto el
listón alto, muy alto; conocemos las expectativas que algunos han puesto en
nosotros y por eso decimos que… tranquilos, que no vamos a defraudar a nadie. Gracias a todos los que nos habéis ayudado a
llegar al punto en el que nos encontramos. Hace un año os escribí por primera
vez diciéndoos que si os decidíais a acompañarnos, no os ibais a arrepentir.
Esperamos no haberos defraudado ni haberos hecho perder alguna hora. Empezamos
un tiempo nuevo, ya no celebramos nada extraordinario, ya estamos en nuestro
día a día y, lo mejor de todo … ¿sabéis que es? Que ya no estamos solos, que
hay muchas personas junto a nosotros, al lado de esta Casa Grande que ya
también es un poquito de todos. Continuaremos sabiendo unos de otros, pero,
sobre todo, sabed que estamos trabajando ya para que este año 2016 sea serio en
cuanto a los objetivos a alcanzar y
espectacular en cuanto a los sueños que nos hemos creado. ¿A que nos vais a ayudar en este camino? No lo dudo y por eso… GRACIAS.