lunes, 1 de febrero de 2016

Febrero 2015: ¿Nos conocemos? / Febrero 2016: Ha pasado un año y….!mereció la pena!



Hola, espero que estemos todos los que empezamos hace exactamente 365 días; aún recuerdo como si fuese hoy mismo, que este blog ni estaba en mi mente ni se le esperaba.  Lo único que existía era una gran ilusión por cumplir 50 años y por hacer cosas que demostraran a la sociedad, el trabajo realizado por un grupo de personas pertenecientes a una institución y que a lo largo de los años había beneficiado a un colectivo de personas.

Los 50 años ya pasaron, ya estamos en el 51 pero…¡que diferente es todo! Ha habido que dejar que pase el mes de enero para pensar, disfrutar, recapacitar y asumir que todo lo ocurrido durante el 2015 ha sido real y ha servido para afianzar aún más los cimientos de esta gran Casa Grande.

Si alguien ha pensado que nos habíamos ido… se ha equivocado; ha sido una ausencia necesaria y premeditada. Un año tan importante tenía que conllevar una profunda reflexión y, ese acto solo se puede llevar a cabo en silencio y sin que nos vean. Los árboles de esta Casa nos dan intimidad y la luz que se cuela por todos los rincones nos ilumina.

El 28 de enero de 2015, existía una comisión formada para el 50 aniversario, un grupo serio, responsable e ilusionado que creyó tenerlo todo encauzado  y, entonces ocurrió algo que desbarató casi todo lo realizado. Apareció en nuestras vidas una persona totalmente desconocida, sobre todo para mí. Aún recuerdo la primera reunión con ella, nos observamos (no nos tanteamos), hablamos mucho pero supimos escucharnos y, sobre todo, fuimos trasparentes desde el primer momento. Le conté lo que queríamos hacer (eso lo teníamos muy claro) y esa persona nos propuso como lo teníamos que realizar y, además, nos abrió las ventanas a un mundo totalmente ajeno a esta Casa.

Es cierto que acabábamos de ganar el primer premio en la Cabalgata de Reyes de Ávila y estábamos eufóricos y creyendo en lo que hacíamos, pero también es cierto que llegábamos hasta donde llegábamos y, rápidamente algunos visualizamos que una ayuda profesional nos vendría de lujo pero… eso, eso era un lujo. Como siempre que le necesitamos acudió a nuestra llamada Jesús Campillo y con él apareció una persona que él consideró oportuno que viniera. Y así fue como Esther Martín entró en la vida y en la historia de la Casa Grande. VIDICAM ya pertenecía a la vida de esta Casa, conocíamos su profesionalidad y también dábamos fe de su generosidad. Sabíamos que podíamos contar con ellos, pero de esta mujer yo no sabía nada. Ese es un síntoma bueno a la hora de conocerse.  ¡Puff! Que reunión mas especial. Nos puso la miel en los labios. No se equivocó quien la trajo a esta Casa diciéndome que era una gran profesional y que era lo que necesitábamos. ¡Tenías razón Jesús! Lo que nunca pudimos imaginar es que pudiéramos trabajar con ella, pero en honor a la verdad quiero que se sepa que el sueño se hizo realidad gracias a su gran generosidad, a su entrega, a su implicación con los chicos, trabajadores y con la institución. Es cierto que es una gran profesional pero también es cierto que lo es porque además lleva el título de buena gente, de persona decente, integra y honrada.

Ha sido un año maravilloso, intenso y extenso, hemos conseguido más de lo que pudimos imaginar. El trabajo ha sido duro, a veces estresante, con mucha tensión en algunos momentos y con mucho agotamiento en otros muchos. Es cierto que de todo esto nos hemos olvidado porque solo de pensarlo ahora nos da vértigo. ¿Estamos contentos? Sí, mucho.  Somos conscientes de que hemos puesto el listón alto, muy alto; conocemos las expectativas que algunos han puesto en nosotros y por eso decimos que… tranquilos, que no vamos a defraudar a nadie.  Gracias a todos los que nos habéis ayudado a llegar al punto en el que nos encontramos. Hace un año os escribí por primera vez diciéndoos que si os decidíais a acompañarnos, no os ibais a arrepentir. Esperamos no haberos defraudado ni haberos hecho perder alguna hora. Empezamos un tiempo nuevo, ya no celebramos nada extraordinario, ya estamos en nuestro día a día y, lo mejor de todo … ¿sabéis que es? Que ya no estamos solos, que hay muchas personas junto a nosotros, al lado de esta Casa Grande que ya también es un poquito de todos. Continuaremos sabiendo unos de otros, pero, sobre todo, sabed que estamos trabajando ya para que este año 2016 sea serio en cuanto a los objetivos a alcanzar  y espectacular en cuanto a los sueños que nos hemos creado. ¿A que nos  vais a ayudar en este camino?  No lo dudo y por eso… GRACIAS.