lunes, 25 de mayo de 2015

La música de Diverkaras y el baile de la Casa Grande en Ávila

A lo largo de un año hay días normales, monótonos, otros son especiales por cosas excepcionales que ocurren , y hay otros, los menos, que son MÁGICOS porque se salen de la realidad y se elevan hasta el infinito. Es muy difícil que esto ocurra pero a veces se da. A veces salta la chispa y... ¡zas!... "tocamos el cielo con las manos". Eso sí, siempre tiene que haber alguien que haga saltar la chispa. Y ese "alguien" existe en la Casa Grande. Y precisamente no son duendes, no son personas irreales... no, todo lo contrario, es gente que quiere a esta Casa, son seres humanos con corazón que sienten mucho cariño por los que la habitan y que necesitan verles sonreír y hasta reír a carcajadas.
La Casa Grande tiene muchos hilos conductores hacia el exterior y siempre logran ponerse en contacto con personas con ganas de facilitar las cosas. Y así, hace tiempo llegó Diverkaras a nuestra vida y desde entonces se quedó con todos nosotros y también sé que no os vais a marchar.
Debería daros las gracias a vosotras, a Diverkaras... pero eso no es suficiente, en este caso solo lo podría hacer como norma de educación. Lo único que puedo deciros es que con gente como vosotras hay que creer a la fuerza en la solidaridad y en la generosidad de mujeres como vosotras.
Hicisteis felices a muchas personas, que giraron y giraron creyéndose libres y sin ataduras. Algunos hasta se olvidaron de su silla de ruedas.
Conseguisteis que la Casa Grande se viera envuelta del embrujo de la plaza de Santa Teresa, "el Grande".
Y allí, al lado y junto a "la Palomilla", la Casa Grande de Martiherrero bailó, danzó y se mezcló con ciudadanos de Ávila y hasta de otros lugares ajenos a la ciudad.
Todo resultó espectacular y mágico, fue una hora que no se borrará de nuestras retinas. Es cierto que la Casa Grande tiene dimensiones espectaculares pero lo más grandioso que tiene es a las personas que la quieren, la protegen y la miman como bien comprobamos en este acto.
Los habitantes de esta Casa durmieron porque estaban cansados de bailar, habrán soñado con espacios nuevos y llenos de magia y seguro que han sonreído al recordar vuestras caras pintadas y vuestra ropa llena de luz y colorido.
¡Que grandes sois Diverkaras! Seguro que vosotras también habréis dormido plácidamente porque cuando uno es capaz de entregarte tanto a los demás, cuando alguien es capaz de comprometerse con los más débiles a cambio de nada... entonces es cuando se es libre de verdad y uno se puede sentir "buena persona". Ese es vuestro trofeo más importante. No cambiéis y... ¡buena suerte!