miércoles, 6 de mayo de 2015

Alicia García: la cercanía y sensibilidad de una consejera

Hay momentos en la vida que resultan sorprendentes y que parece lo que no son. Sorprenden cosas que no suceden y luego cuando se llevan a cabo deslumbran. Excatamente esto, es lo que ha ocurrido con la visita de la Consejera. A veces las cosas no se preparan en exceso, las acciones espontáneas, son las que mejor salen. Suelen salir bien porque se hacen de verdad, con ganas y de corazón.
Para esta visita solo pedimos una cosa, a ser posible: puntualidad. Gracias, ha sido puntualidad británica. Nos has demostrado que has pensado en los habitantes de esta Casa. La visita ha sido tranquila, sosegada y muy relajada. Ha habido muchas preguntas, intercambio de opiniones, miradas muy intensas, mucho roce de piel, muchas manos que acarician y muchos besos dados con gran ternura. Cuando alguien que llega a una casa que no conoce, es capaz de tener estas actitudes, es porque es una persona, en este caso, una mujer, muy sensible, fácil de empatizar y muy humana. Y, sobre todo, humilde por dentro y por fuera.
Gracias por esa cercanía con todos los trabajadores, se la merecían; ellos también han hecho un esfuerzo para esperar a la Consejera. Por eso, gracias por el trato tan exquisito para con todos ellos. Son pilares fundamentales de esta Casa, y creo que si te has dado cuenta de este detalle.
Primero has visto su trabajo, que se ha notado que te ha impactado, y luego has conocido parte de su vida y el lugar donde se mueven y donde habitan.
Ha sido una visita muy muy emotiva y muy particular. No te conocíamos pero has dejado un grato recuerdo en esta Casa.
Han sido unas cuantas horas muy especiales. Después todo vuelve a la normalidad de cada uno. Tu a tú vocación política y nosotros a nuestro día a día para dar calidad de vida a personas diferentes pero iguales a tí y a nosotros.
No sabemos si volveremos a encontrarnos en este lugar pero nunca olvides que ellos si te van a recordar, incluso por tu nombre. Te esperaron como la Consejera de Cultura y Turismo de la Junta de Casitlla y León, te hablaron y te trataron como Alicia, y te despidieron con cariño, besos y abrazos.
Gracias Consejera por estar aquí ayer, sabemos que la agenda es muy complicada pero ayer fuiste protagonista en un auditorio muy especial: la Casa Grande de Martiherrero en Ávila, en tu ciudad.
Un abrazo y mucha suerte.