A lo largo del año van pasando
los días y aunque a simple vista parecen iguales y muchas veces llenos de
monotonía, todo cambia con una llamada de teléfono.
Esta noticia te hace pensar en un
momento en varios tiempos: pasado, presente y futuro. Piensas en las personas
que pensaron este proyecto, y en los que a través de años lo plasmaron. Piensas
en el presente que vive la Institución y en cómo se están haciendo las cosas y
piensas en el futuro que quieres para esta Casa, para estas personas que la
habitan, tanto chicos como profesionales.
Después cuando llega la calma, es
el momento de analizar la situación y la importancia del reconocimiento con el
premio. Entonces te das cuenta de que te llega oxígeno nuevo para seguir con
fuerzas y poder llevar a cabo esta particular e ingente tarea.
Alguien se preguntará cuál es el
significado de estas dos palabras por las que te premian. Pues bien…la
responsabilidad social es el compromiso, la carga, u obligación de los miembros
de una sociedad ya sea como individuos o como miembros de algún grupo, tanto
entre sí como para la sociedad en su conjunto.
Este concepto estaría
estrechamente relacionado con la ética y la moral, dado que las decisiones que
se toman tienen consecuencias sobre los demás y hay que desarrollar una
conciencia de conjunto.
Siempre digo y diré que esta
Institución ha tenido un compromiso de servicio fundamental y extraordinario.
Cuando nadie, ni público ni privado, lo hacía…el Centro de Educación Especial
Santa Teresa de Martiherrero (La Casa Grande) lo hizo. No sé si bien o regular
o incluso mal…pero lo HIZO y ya la acción de hacer algo es de descubrirse ante
los que lo acometieron como suyo.
Hasta aquí todo parece o indica
normalidad, lo sorprendente y extraño es que una marca, CONFAE, que representa
al empresariado abulense, defendiendo los derechos e intereses generales de los
empresarios autónomos, se haya fijado en una empresa que nada tiene que ver con
una de sus empresas al uso.
Somos una empresa especial,
atípica, en la que no priman las cuentas de resultados. Para nosotros lo único
que prima es la calidad de vida de personas que quieren estar incluidas con
derechos y deberes en una sociedad que no se lo pone fácil, porque a veces ni
siquiera les permite entrar en su propia estructura.
Gracias CONFAE por este
reconocimiento a una empresa grande en valores y pequeña en recursos, grande en
personas y pequeña en clientes, grande en objetivos soñados y pequeña en sueños
obtenidos, grande en querer conciliar lo profesional y familiar de sus
profesionales y, esta vez también es grande en el sentimiento de pertenencia a
una marca que tienen y demuestran sus
trabajadores.
Su reconocimiento a nosotros nos
da fuerza para conseguir nuestras metas y a ustedes les da reputación y les
hace ser mejores.
¡Ha sido todo un placer, gracias
infinitas!