viernes, 22 de julio de 2016

VIDICAM



Anoche vivimos una velada muy, muy entrañable junto a vosotros y con vosotros. Con motivo de la inauguración de vuestro nuevo espacio VIDICAM, fuisteis capaces de reunir a casi un centenar de personas que son vuestros amigos y algún que otro conocido. El evento resultó perfecto, en cuanto a lo profesional porque no en vano tenéis 25 años de experiencia profesional. Pero, sobre todo, fue un acto muy entrañable y emotivo. Todos los detalles estaban cuidados al máximo, con una extraordinaria exquisitez y elegancia. Se notaba que ha habido mucho trabajo del que no se ve, muchas horas en la organización y también, muchísima imaginación para que el resultado final fuera el que ha sido.
Jesús Campillo y Margarita Arribas aparte de ser una pareja estupenda, forman un tándem espectacular a la hora de crear, imaginar y trabajar. Hace ya bastante tiempo que nos conocemos y alguno menos, pero ya muchos, que nos unen lazos de amistad. Esto último no me hace perder la objetividad a la hora de decir que una de las cosas mejores que le ha sucedido a la Casa Grande de Martiherrero fue conocerles. En estos años ha habido muchas horas de trabajo en esta Casa y también muchas de conversación de todo tipo en un sofá.
Empatizamos rápido y lo hicimos extensible a personas muy cercanas a todos nosotros. Campillo es pura actividad al 100%, es una persona incansable, auténtica esté donde esté, es de ese tipo de gente que cuando da la mano lo hace demostrando esa  energía interior que tiene y que es  capaz de envolver.
Marga es extremadamente sensible, observadora, trasmite calma y serenidad, mujer activa donde las haya. ¡Es un todo terreno y lo mismo vale para un roto que para un descosido!. Tiene un corazón tan grande, tan grande como ella misma.
¡Habéis trabajado mucho para esta Casa! Y lo habéis hecho desde el corazón, con mucho sentimiento y demasiada generosidad. Doy fe del cariño tan sincero que tenéis hacia todos estos chicos y chicas. También es verdad que todos ellos sienten una especial devoción hacia vosotros, como  ejemplo de ello, vuestro “sobrino” Fernando Maroto. Y este inmenso cariño se lo habéis trasmitido a vuestros hijos, nuestro querido Borja y a Tania.
En fin……una vez más se pone de manifiesto que con esfuerzo, tesón, cordura y dedicación se consiguen los retos, esos que alguna vez fueron sueños, esos que soñasteis entre los dos hace muchos años, porque erais unos críos cuando iniciasteis  vuestra vida en común. Hay que decir que siempre habéis trabajado desde unos valores y unos principios muy sólidos y asentados en vuestra vida.
Solo os puedo decir que enhorabuena y felicidades por el trabajo bien hecho. Desde la Casa Grande de Martiherrero trasmitiros que conoceros como profesionales fue un placer, sentiros cerca como personas fue un orgullo y teneros como amigos de esta Casa es un  honor que no todo el mundo lo tiene.
Gracias VIDICAM  y un besazo para la  FAMILIA CAMPILLO ARRIBAS