Anoche vivimos una velada muy, muy entrañable junto a
vosotros y con vosotros. Con motivo de la inauguración de vuestro nuevo espacio
VIDICAM, fuisteis capaces de reunir a casi un centenar de personas que son
vuestros amigos y algún que otro conocido. El evento resultó perfecto, en
cuanto a lo profesional porque no en vano tenéis 25 años de experiencia
profesional. Pero, sobre todo, fue un acto muy entrañable y emotivo. Todos los
detalles estaban cuidados al máximo, con una extraordinaria exquisitez y
elegancia. Se notaba que ha habido mucho trabajo del que no se ve, muchas horas
en la organización y también, muchísima imaginación para que el resultado final
fuera el que ha sido.
Jesús Campillo y Margarita Arribas aparte de ser una pareja
estupenda, forman un tándem espectacular a la hora de crear, imaginar y
trabajar. Hace ya bastante tiempo que nos conocemos y alguno menos, pero ya
muchos, que nos unen lazos de amistad. Esto último no me hace perder la
objetividad a la hora de decir que una de las cosas mejores que le ha sucedido
a la Casa Grande de Martiherrero fue conocerles. En estos años ha habido muchas
horas de trabajo en esta Casa y también muchas de conversación de todo tipo en
un sofá.
Empatizamos rápido y lo hicimos extensible a personas muy
cercanas a todos nosotros. Campillo es pura actividad al 100%, es una persona
incansable, auténtica esté donde esté, es de ese tipo de gente que cuando da la
mano lo hace demostrando esa energía
interior que tiene y que es capaz de
envolver.
Marga es extremadamente sensible, observadora, trasmite calma
y serenidad, mujer activa donde las haya. ¡Es un todo terreno y lo mismo vale
para un roto que para un descosido!. Tiene un corazón tan grande, tan grande
como ella misma.
¡Habéis trabajado mucho para esta Casa! Y lo habéis hecho
desde el corazón, con mucho sentimiento y demasiada generosidad. Doy fe del
cariño tan sincero que tenéis hacia todos estos chicos y chicas. También es
verdad que todos ellos sienten una especial devoción hacia vosotros, como ejemplo de ello, vuestro “sobrino” Fernando
Maroto. Y este inmenso cariño se lo habéis trasmitido a vuestros hijos, nuestro
querido Borja y a Tania.
En fin……una vez más se pone de manifiesto que con esfuerzo,
tesón, cordura y dedicación se consiguen los retos, esos que alguna vez fueron
sueños, esos que soñasteis entre los dos hace muchos años, porque erais unos
críos cuando iniciasteis vuestra vida en
común. Hay que decir que siempre habéis trabajado desde unos valores y unos principios
muy sólidos y asentados en vuestra vida.
Solo os puedo decir que enhorabuena y felicidades por el
trabajo bien hecho. Desde la Casa Grande de Martiherrero trasmitiros que
conoceros como profesionales fue un placer, sentiros cerca como personas fue un
orgullo y teneros como amigos de esta Casa es un honor que no todo el mundo lo tiene.
Gracias VIDICAM
y un besazo para la FAMILIA
CAMPILLO ARRIBAS