viernes, 17 de junio de 2016

DISCURSO DÍA CASA GRANDE.




Buenos días:
            Gracias por estar aquí hoy a nuestro lado con motivo de la celebración del día de la Casa Grande.
            Nuestro más sincero agradecimiento a todas las personas que, desde diferentes estamentos, han querido venir hoy a este lugar para “estar juntos” e intercambiar reflexiones.

            Podría saludar a cada uno de Vds y hacerlo de manera protocolaria, pero hoy no toca. Hoy todos los que están aquí tienen la misma importancia. Da igual el título o leyenda que haya al lado de cada uno de Vds. Lo único que importa hoy aquí son sus nombres y que son amigos de esta Casa. Una Casa que es tan Grande y que está por encima de tantas cosas, que no entiende ni sabe de ideologías ni rivalidades; solo habla de personas íntegras, de amigos generosos y de justicia social.

            Mañana hace un año que nos reunimos aquí para celebrar un hito histórico en la vida de esta institución: sus 50 años. Ya estamos en los 51, y aquí seguimos llenos de ilusiones, con ideas nuevas, realizando proyectos y también con los pies en la tierra y, a veces, teniendo que tener la cabeza fría para seguir siendo válidos a una sociedad que en algunos momentos es difícil de entender. Eso sí, seguimos mirando al futuro con optimismo y entusiasmo.

            El año 2015 ha sido un año especial, pero no solo por cumplir 50 años, no. Lo mejor de todo es que ha sido el momento en que la sociedad abulense descubrió una CASA con mayúsculas y, además, reconoció la labor llevada a cabo, situándola en el lugar que desde siempre la correspondió por derecho y por rigor histórico.

            Nuestro encuentro con el Papa Francisco en el Vaticano nos dio el espaldarazo para continuar soñando, para creer en las causas imposibles y para elevar nuestro compromiso de servicio a los demás.

            Vivimos tiempos difíciles y proteger y aislar a esta Casa de lo que sucede en nuestra sociedad no es posible ni sería bueno. Cuando la realidad es la que es y la actualidad, en lo que se refiere al sistema económico, nos abruma por lo que afecta a los servicios sociales de los que dependemos, en ese momento es cuando hay que tener las ideas muy claras y hacer una declaración de intenciones que sea real y efectiva.
            La Casa Grande no se dejará manipular por nadie ni tampoco dejará que se haga demagogia con ella ni a través de ella.

            Debemos tener seguridad en nosotros mismos y no desconfiar de nuestras capacidades. Desde aquí diremos no al miedo de no poder superar las dificultades y los retos. Este lugar está habitado por personas únicas, válidas e irrepetibles.

            Porque vivimos tiempos llenos de interrogantes, esta Casa no quiere, ni puede, ni debe crearse muchas necesidades. Hemos aprendido a simplificar la vida y a disfrutar cada día de lo que merece la pena. La crisis de valores y de pensamiento que vivimos nos lleva, más que nunca, a tener mucha coherencia, espíritu de equipo y buen entendimiento entre todos.

            La respuesta a las personas con capacidades diferentes llegará hasta donde pueda y quiera darnos la administración y también hasta donde queramos nosotros, si es que en algún momento nadie creyera en la defensa de esta causa.

            La Casa Grande continuará potenciando ilusiones y tratará de ser comprensiva con situaciones que son difíciles de entender. Ojalá esta Casa sea el hogar de muchas personas que llegaron aquí siendo niños y que ahora, cuando la vida ya ha pasado por ellos, alguien les vuelve a cambiar el guión, desubicándoles de sus propias raíces. Respetamos las decisiones que a veces utiliza la administración, aunque no las entendamos y hasta no las compartamos. Aún así, seguiremos siendo muy tolerantes porque ese es nuestro estilo. Esta actitud nos diferencia y nos hace más libres.

            Poner en funcionamiento todos los días esta Casa es un arduo trabajo y una difícil tarea. 100 trabajadores se ponen al servicio de 130 personas para que vivan su vida, para que piensen y, sobre todo, para crear sonrisas y esperanza. Es maravilloso poder hacerlo, pero creanme que es muy extenuante el pensar cómo llevar a cabo todos los planes para lograr nuestros objetivos. Todo esto lo hacemos desde aquí, una entidad de iniciativa privada que creyó que podría ser útil a una sociedad necesitada.
            A vosotros, padres, madres, hermanos y tutores de nuestros chicos y chicas, os pido que permanezcamos unidos y que caminemos en la misma dirección por el bien de todos. Tenéis que demostrarles que son importantes y también valorar sus esfuerzos y sus logros. Sus fallos hay que verlos como una parte de su aprendizaje. No solo hay que señalar debilidades y defectos. Sois sus referentes en la vida que viven; esa es vuestra misión. Recordad que se trata de su vida, no de la vuestra, se trata de su futuro y no de vuestro presente. Hay que activar sus buenos sentimientos ante la posible manipulación del entorno.

            En esta Casa sepan Uds, padres y madres, que se fijan normas, hábitos positivos y también límites. A veces hay que decir que NO, como forma de educar y hay que decir que SI al respeto, la tolerancia, el sentido de la justicia, la sencillez y la sobriedad.

            A vosotros, empresarios amigos y colaboradores de esta institución: Gracias, muchas gracias por vuestro esfuerzo e interés por nosotros. Vuestra actitud tiene un valor infinito hacia esta Casa. Eso os hace mejores personas y os da mejor reputación como empresarios.

            Agradecemos mucho vuestra mano tendida y vuestra capacidad para escucharnos.

            Por lo que respecta a los profesionales de esta institución ¡Que os puedo decir que ya no sepáis! Este lugar es vuestro y nuestro y la persona que no lo considere así es que no sabe dónde está. Sabed que aunque representemos roles diferentes, deberíamos perseguir los mismos objetivos.

            Somos muchos y no siempre todo es tan maravilloso como se pretende o se sueña.  Porque hacéis cosas os equivocáis y hasta desanimáis. El que no hace nada, nunca se equivoca, aunque sabed que esa actitud es la mayor de las equivocaciones.

            Esta dirección trabaja desde la trasparencia para con todos vosotros, respeta vuestros derechos que son nuestras obligaciones y, ademas, muchas, muchas veces, se olvida y aleja de sus propios derechos, tratando de que vosotros podáis conciliar más vuestra vida laboral y familiar. Es cierto que no siempre es posible, pero eso son las menos veces.
            ¡Ojalá que a través de la honestidad, integridad, la justicia, el diálogo y el trabajo en común, sepamos continuar por el camino del entendimiento y de las negociaciones como hasta ahora!

                        A los chicos y chicas que vivís en esta Casa, sabed que vuestras sonrisas, abrazos e incluso vuestros sollozos, son la fuerza que necesitamos para haceros ciudadanos de pleno derecho.

            Ponemos un poquito de nuestra vida para compensar la vuestra. Sois nuestro motor, nuestro proyecto y nuestro premio. Nuestro primer objetivo es que definitivamente seáis visibles en una sociedad que durante mucho tiempo os hizo invisibles.

            Señores y señoras, un año más todos los que estamos aquí, sabemos y debemos hacer nuestros deberes, cada uno desde el lugar que nos ha tocado.

            Somos responsables de un grupo de personas que tienen nombre y apellido y que viven su vida de acuerdo al guión que otros les escribieron... ¿Hasta cuándo? La respuesta está en nuestras manos y queda en el aire.

            Les emplazo dentro de un año, en este mismo lugar, para celebrar el día de la Casa Grande de Martiherrero en su 52 aniversario.

            Gracias.