domingo, 7 de mayo de 2017

Viaje Martiherrero - Huelva



Hace unos días se inició la aventura de todos los años por estas fechas. Durante varios meses se programa y organiza. Hay muchas conversaciones con nuestra agencia de viajes, Gasch, la de siempre. Este año ha tocado ir a Mazagón, y desde allí, con desplazamientos, a Doñana, El Rocío, Ayamonte, Lepe, Moguer, Algarve y playa, también mucha playa. La organización lleva su tiempo y es importante..., pero lo que verdaderamente es fundamental es contar con recursos humanos, lo extraordinario es que haya un grupo numeroso de trabajadores que voluntariamente se ofrezcan para ir una semana de excursión con 44 personas de esta Casa.

Que estos profesionales sean capaces de dejar su vida, sus familias y sus obligaciones personales para que otros “vivan, conozcan y disfruten”, solo lo hacen personas que, de verdad, sienten pasión por lo que realizan y quieren que sus chicos vivan momentos y situaciones especiales. A estas personas hay que valorarlas por su actitud de compromiso y de servicio a los demás a cambio de nada, solo es un acto de generosidad y de grandeza personal. ¡Que nadie lo etiquete de otra forma, ni lo adornen ni busquen otros significados! A veces el acto más simple es el más grande y el que más trasmite a una sociedad en la que todo es complicado, exagerado y que está lleno de acciones y actitudes inexplicables.

El momento más difícil de este evento es la selección de los chicos que van a esta excursión. Es complicado decidir porque la cabeza tiene que mandar sobre el corazón. Ojalá que a la excursión que más tiempo dura, pudieran ir todos, sin excepción de ninguna persona, pero esto si que es una cosa irreal. Aquí confluyen muchos factores: económicos, sanitarios y sociales. Sé que muchos no lo entenderán y, aún así, opinan sobre algo que desconocen, pero siempre digo lo mismo: no nos vamos a estar parados por miedo a que nos juzguen y hasta critiquen. El que no hace nada cree que nunca se equivoca, aunque su mayor equivocación es estar quieto y parado.




Aquí en esta Casa se busca la calidad de vida para un colectivo, siempre pensamos en la individualidad de cada persona para conseguir más logros para un colectivo. Para hacer esto hay que ser muy realistas y ampliamente generosos. El e4sfuerzo de esta actividad es tan alto y comprometido que ninguna persona por sus características individuales puede ni debe alterarlo. Es duro decidir de manera cerebral, pero hacerlo desde la visceralidad es peligroso y hasta irresponsable.

Cuando dentro de unos días finalice esta maravillosa experiencia, nuestros chicos volverán felices pero, sobre todo, enriquecidos y hasta cambiados por todas las experiencias vividas. De nuevo se les ha abierto una puerta al mundo y miran a la vida con expectativa infinitas, como infinito es el mar en el que se han bañado y, con una mirada limpia como es su propia vida. Físicamente volverán igual que se fueron, pero síquicamente vendrán llenos de una magia y un embrujo que les hará ver una vida llena de colores y de notas musicales..., y , a veces, cuando esto sucede te sientes libre y no sujeto a ningún tipo de discapacidad o capacidad diferente, y entonces aparece el tiempo de ....SOÑAR.

Por todo ello, gracias a los profesionales que están allí y a vosotros chicos de la Casa Grande, disfrutad de lo que estáis viendo, oyendo y, sobre todo, viviendo.