jueves, 26 de febrero de 2015

RUEDA DE PRENSA. PRESENTACIÓN 50 AÑOS

DISCURSO DE D. JOSÉ LUIS RETANA (Director General)
Buenos días:
Es importante para entender bien la historia de esta institución tener memoria histórica y situarse en la segunda mitad del siglo XX. En aquella España que en 1965 empezaba a ver algo lejos aquel periodo de la postguerra.
La sociedad española en esos años vivía llena de sacrificios y con muchas carencias debido a la denostada situación económica. Situaciones que hoy consideramos normales, en aquellos años eran un lujo al que tenían acceso unos pocos.
En cuanto a la educación especial se observa que una vez que el Ministerio de Educación crea el Patronato de Educación Especial, se podría decir que se empieza a perfilar un nuevo panorama para las personas con discapacidad. Se les reconoce el derecho a recibir una educación con fondos públicos. En principio empiezan recibiendo becas, pero lo que no existían son centros donde poder recibir una formación.
Cáritas se pone al frente de esta situación y, como ya se ha dicho, intenta buscar soluciones. A 5 km. de Ávila y cerca de Martiherrero existe una finca en la que en 1897 se había creado un balneario. Como anécdota diré que al político Sagasta le gustaba pasar muchas épocas en ese balneario. Por él pasaron muchas personas de la alta burguesía para descansar.
Con el inicio de la Guerra Civil española este lugar pasó a ser base de destacamentos militares y cárcel de prisioneros.
Una vez finalizada la guerra experimenta un giro radical pasando de ser un hotel de lujo a convertirse en un sanatorio perteneciente al Patronato Nacional Antituberculosis. De esta época data el estupendo solárium construido a lo largo del edificio principal del centro. En estas instalaciones llegaron a estar hasta 450 enfermos. En torno a los años 60 es cerrado como consecuencia de haber sido erradicada en gran parte la tuberculosis en España.
Para D. Bernardo Herráez y para las personas de Cáritas que están ayudando a buscar soluciones al problema de las personas con discapacidad intelectual, esta finca sería la ideal para situar el colegio de educación especial.
Se comienzan las gestiones para ver de qué manera este lugar, que pertenece al Patrimonio Nacional del Estado, pudiera ser cedido a Cáritas para llevar a cabo la labor que tenía en mente.
Se recurre a la Diputación Provincial de Ávila que actuó solamente como organismo de enlace, estando dispuesta a ser depositaria de los inmuebles. El Ministerio de Gobernación de España cedió los terrenos a la Diputación de Ávila para que esta, a su vez, firmara un concierto con Cáritas diocesanas de Ávila, a quien se le entregaba esta finca con la única y gran finalidad de llevar la gestión, el funcionamiento técnico y la dirección del centro de Educación Especial Santa Teresa.
Dicho concierto se firma para un periodo de 99 años y está destinado única y exclusivamente para la labor desarrollada con personas con discapacidad síquica.
En junio de 1964 aparece en el Diario de Ávila una nota de la Diputación Provincial donde se explica que el antiguo sanatorio de Martiherrero ha sido cedido a Cáritas diocesanas de Ávila para crear un centro de educación especial.
Con objeto de dar comienzo a las actividades del centro, se procede, en primer término, a una profunda desinfección de todos los locales. Rápidamente se comienzan las obras más urgentes de retejado, fontanería, carpintería, pintura, etc...
El mobiliario escolar lo proporcionó el Ministerio de Educación y se procede al montaje de todo el mobiliario del internado: camas, colchones, mantas, mesas, sillas, vajillas y elementos de cocina.
El centro deberá ser mixto y acogerá a niños y niñas con una discapacidad síquica entre el 40 y el 80%. Será un centro eminentemente escolar, con clases complementarias de formación profesional.
Se solicita a la Dirección General de Primera Enseñanza del Ministerio de Educación la creación de siete aulas de educación especial. Se demuestra que los locales, aunque necesitados de arreglos, están dignos para su nueva utilidad.
También se cuenta con las personas tituladas en Magisterio para llevar a cabo la tarea; con posterioridad realizarían los cursos implantados por el Ministerio de Educación sobre pedagogía terapéutica.
Pero, sobre todo, se cuenta con el personal directivo que aporta Cáritas diocesanas de Ávila, así como con sus posibilidades económicas, que son imprescindibles para comenzar este proyecto.
En febrero de 1965 se reúne por primera vez, en los locales de Cáritas, el Patronato del Centro de Educación Especial Santa Teresa de Martiherrero, bajo la presidencia de D. Bernardo Herráez Rubio, delegado de Cáritas, y respaldado por el obispo de la diócesis.
El curso 1965/66 fue el primero, el más costoso en esfuerzos y el menos numeroso en alumnos.
El proyecto ya estaba en marcha, mantenerlo era la esperanza, y hacerlo bien tenía que ser un reto.