Anoche fue la presentación del calendario de Down
Ávila a la sociedad abulense. La verdad es que es todo un espectáculo de luz,
sonido y, sobre todo, de alegría, sonrisas y mucho movimiento. Todos los años,
y ya van nueve, por estas fechas es la presentación en el Lienzo Norte. Resulta
una reunión muy entrañable y familiar. Allí también estaban casi todas las
autoridades de Ávila apoyando este acto solidario y lleno de esperanza.
La Casa Grande estaba invitada como todos los años,
pero este con un motivo especial: hacer un reconocimiento público a esta
institución por cincuenta años de compromiso con una causa solidaria. Hace más
o menos un mes nos lo comunicó Pilar Florencio y nos dijo que teníamos que
estar porque se nos iba a entregar una placa; así ha sido y allí hemos acudido
a su llamada.
Gracias, Pilar, por tus palabras llenas de
sentimiento y doy por hecho que pensadas, meditadas, llenas de sinceridad y
escritas desde el corazón. Pero, sobre todo, gracias por haber hecho un breve
recorrido por esos cincuenta años que hace que una institución sea pionera. Y
también miles de gracias por esa declaración tuya afirmando y corroborando el
hecho de que todos hemos atravesado por situaciones delicadas. Fueron unas
palabras llenas de veracidad y con mucha objetividad. Por todo ello, Pilar
Florencio, y en nombre de la gran familia de la Casa Grande de Martiherrero,
nuestro agradecimiento más profundo y lleno de cariño.
También fueron muy especiales las palabras
pronunciadas por la Consejera de Familia de la Junta de Castilla y León, Dª
Alicia García. Fue una sorpresa muy agradable para nosotros, porque además
fueron pronunciadas con firmeza, conocimiento de causa, convicción y
afectividad. Que una Consejera de Familia nos vea como referente en el mundo de
las personas con capacidades diferentes, les aseguro que es un orgullo y da
fuerzas para seguir. Hace ya bastantes meses que visitó la Casa Grande, pero
ayer me di cuenta de que no solo no se le ha olvidado lo que vio, sino que lo
recuerda con cariño y muy objetivamente en su memoria. Gracias, Consejera.
Ayer la Casa Grande de Martiherrero cogió más
fuerzas para que la llama de esa vela que empezó a alumbrar hace más de
cincuenta años, continúe dando luz para ir por el camino que lleva a todos
hacia la plena inclusión.
Gracias, Down, celebrad bien vuestros veinticinco
años y mucha suerte para los próximos.